Dicen que para las personas creativas y con iniciativa, la crisis no es un problema. La ciencia no tiene pruebas para demostrar esa premisa, pero una nueva asociación impulsada por investigadores del CSIC sugiere que es verdad. Apadrina la Ciencia es un proyecto pionero que pretende ampliar las posibilidades laborales de los científicos españoles mediante la aportación de fondos por parte de los ciudadanos.
«Cuando nos llegan donaciones, lo que hacemos es hablar con los padrinos, les preguntamos qué campo de investigación les preocupa, ofrecemos proyectos y les asesoramos», explica Carmen Simón, científica titular del CSIC y una de las impulsoras de la iniciativa. «Ellos ponen las condiciones y nosotros ofrecemos contratos en convocatorias abiertas que serán evaluadas por científicos externos a la asociación. Además, fomentamos la transparencia total. Los colaboradores sabrán en todo momento a dónde van sus aportaciones», concluye.
El objetivo de Apadrina la ciencia es combatir la falta de recursos en los centros de investigación, que ha reducido de manera dramática los contratos y becas pre y post doctorales. Por ello, la fuga de cerebros se ha extendido por España de forma imparable y son cada vez más los científicos que se van al extranjero con ganas de volver, pero sin posibilidades de poder hacerlo. «Fuera tenemos más oportunidades y además pagan mejor». Una frase que refleja el sentir general de muchos jóvenes brillantes, pero frustrados.