domingo, 25 de enero de 2015

EL MATERIAL QUE REPELE EL AGUA

Un metal repele de tal forma el agua que las gotas salen disparadas nada más tocarlo. El truco está en unos patrones microscópicos dibujados en su superficie con ayuda del láser, que generan esta propiedad excepcional, denominada superhidrofobia.

 La ventaja principal de esta técnica es que, al cincelarse en el propio metal, esta superhidrofobia no se borra o deteriora con facilidad, como cuando se consigue con tratamientos químicos.


Esta técnica tiene múltiples aplicaciones útiles: al repeler el agua, podría evitar la congelación de superficies, como las alas de los aviones. Su uso ayudaría a mantener la limpieza de saneamientos en lugares con escasez de agua, por ejemplo, una de las razones por las que esta investigación ha contado con el apoyo de la Fundación Gates, o para conseguir agua de lluvia con más eficiencia en países en desarrollo. También se podría combinar con otro de los logros con los láseres obtenido por este equipo, liderado por Chunlei Guo: volver negros los metales utilizando estos patrones. En lugar de reflejar la luz generosamente, como suelen hacer, ganarían la propiedad de absorberla de manera natural. Sumado a la superhidrofobia, podrían fabricarse paneles solares más eficientes, que no se oxiden ni necesiten mucha limpieza.

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