Lo cierto es que este empresario jubilado vive por y para las
relaciones sentimentales, como un auténtico adolescente. Y cuenta que
sigue "enamorado" de Pilar, la novia que tuvo antes de la agente
inmobiliaria. "Me ha calado, sigo totalmente enamorado de ella",
prosigue, "pero ella quiere casarse y a mí todavía no me apetece".
Cuando se le plantea que a sus 95 años quizás no debería esperar para
pasar por la vicaría, se echa a reír. "Mira, con Pilar vamos y venimos,
nos vemos muy a menudo y siempre acabamos en la cama, sin pijama, pero
yo no me quiero casar. Tienes que saber una cosa: cuando una mujer se interesa por un viejo como yo, es sólo por el dinero.
Porque yo seré un viejo, pero ¡mi dinero es joven! Y yo a Pilar la he
dejado millonaria, le he comprado un chalé en Arenys de Mar, de donde es
ella, y un piso en la calle Valencia de Barcelona. Claro, como ya tiene
dinero, pues ahora se hace la remolona", sentencia el ex empresario.
Yúfera habla de su ex novia, Pilar, casi en cada frase. La conoció hace
unos años, tras haber enviudado, y espera poder volver a ser su novio.
"Es que a sus 58 años tiene un cuerpazo... No he visto nada igual en mi
vida". En un momento dado, Yúfera detiene sus palabras y pregunta: "¿Tú
sabes bien quién soy yo? Fui un tío muy importante en mi época". Es
cierto. Y aún continúa siéndolo. Justo Yúfera Cerdán fundó en 1942 la
empresa Servicio de Envíos Urgentes, matriz de Seur. Nacido en Barcelona
en 1920 en una familia de emigrantes murcianos, emigró a Francia a los 8
años, tal y como recoge el libro Seur, 70 años de entrega, editado por
la misma empresa. Yúfera estudió en Francia hasta los 13, momento en el que empezó a trabajar como ayudante de pastelero
y en la peluquería de su madre. Con 17 años emigró a Camerún, donde
vivió hasta los 20. Después decidió volver a su Barcelona natal.
En 1942 empezó a gestar la idea de montar una empresa de envíos. A los
27 hizo el servicio militar en Guinea Ecuatorial, entonces colonia
española, y allí conoció a Jorge Fernández, quien, de vuelta a España se
convertiría en su socio. La matriz de Seur enviaba en tren unos tres o
cuatro paquetes al día desde Barcelona a Madrid y viceversa, lo que no
terminaba de satisfacer las aspiraciones de Yúfera, quien, ya casado con
María Recuenco, y con dos hijos Carlos, nacido en 1945 (murió hace unos
años), y Leonor, en 1950, decidió emigrar con toda la familia a Guinea Ecuatorial.
Fueron 10 años muy duros, en los que la salud de María se vio afectada
por la dureza del clima africano, por lo que la familia decidió volver,
instalarse esta vez en Madrid, y dar el impulso definitivo que
necesitaba la empresa para convertirse en un referente. Fue entonces
cuando nació Seur.
No hay comentarios:
Publicar un comentario